En las ensenadas de Porto Santo, una tradición secular renace cada final de junio, marcando el vínculo profundo entre la comunidad local y el mar.
El Ritual Pesquero
El 28 de junio, antes del amanecer, los pescadores lanzan las redes en una jornada especial. A su llegada al puerto, el fruto de la faena es bendecido en la capilla de San Pedro, en una ceremonia que mezcla devoción y gratitud por el sustento del mar.
Inmediatamente después de la misa de vigilia, el pescado bendecido es subastado en la plaza pública, atrayendo a residentes y visitantes que, con entusiasmo, disputan cada oferta para apoyar las festividades del arraial.
Fe, Música y Comunión
La capilla setecentista de San Pedro se convierte en un escenario de devoción y arte sacro, con su retablo barroco y las pinturas de la bóveda de madera evocando la historia de la isla.
- Sábado por la noche: actuaciones de Jorge Calaça y Sílvio Resende;
- Domingo: Banda Filarmónica de la Casa del Pueblo y concierto de Jorge Melim;
- Misales, procesiones y convivios que prolongan la fiesta hasta altas horas.
Tradición y Desarrollo Local
Más que un evento religioso, la subasta refuerza la cohesión social e impulsa la economía local, al invitar a turistas a experimentar un rito que celebra la pesca, la fe y la identidad porto-santense.
A medida que el mercado de pescados se transforma en fiesta popular, Porto Santo reafirma su herencia cultural y la importancia del patrimonio inmaterial, garantizando que esta tradición perdure por generaciones venideras.